miércoles, 5 de febrero de 2014

Hacer siempre lo correcto.


Era invierno, lo recuerdo bien, cuando por circunstancias especiales, como sucede casi todo en la vida, tuve que compartir mi guarida con un ser muy especial, incluso siendo un grillo, un ser peligroso para mi especie, los científicos le dirían Mantis religiosa, para mi siempre va ha ser mi hermano Franc.

En principio sería difícil pensar que seres tan diferentes pudiéramos compartir techo, pero si uno se detuviera cada vez que piensa que esto u lo otro se ve difícil, seguiríamos en la época de las cavernas.

De Franc aprendí a hacer las cosas correctas, como por  ejemplo, lo correcto es no comerse a tu anfitrión grillo por mas que tu instinto de mantis te lo sugiera. Tal vez las cosas a Franc no le habían salido como él esperaba, pero la tranquilidad de hacer las cosas lo mejor posible y por las mejores razones siempre es algo mucho mas valioso que todos los dineros.

El es experto en reglas y disciplinas, ser fiel a sus reglamentos lo había muchas veces salvado el pellejo,  y estaba por ponerse una nueva regla, tal vez la mas complicada de las que tenía, permitirse romper una que otra vez una regla.

Con él pude volar al escuchar sus relatos, sus aventuras, sus puntos de vista, que para mi fueron una manero de diferente de ver los mismos paisajes.

Uno cree que compartiendo su hogar da mucho, pero nunca se da tanto como cuando se comparte el corazón.